Factores genético adaptativos: Según la hipótesis del “genotipo de ahorro”, propuesta por Neel en 1962 refiere que los obesos pobres podrían haber desarrollado un mecanismo de adaptación metabólica. Factores socioculturales de la alimentación: México se encuentra en un proceso de desarrollo y de cambios socioculturales acelerados, en gran medida asociado a un creciente incorporación a la comunidad económica internacional.
Estos cambios observados en nuestro país, que pueden tener una connotación negativa en los habitantes, están aquellos asociados con la dieta y la nutrición, ya que se ha observado que en las últimas décadas, la población Mexicana está teniendo una modificación en sus patrones de alimentación caracterizada por un consumo creciente de alimentos ricos en colesterol, grasas saturadas, azucares y sodio, entre otros nutrientes.
Asociado a estos cambios se está observando un aumento en las enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición, como es el diabetes y la obesidad, etc.
Cambios socioeconómicos y situación nutricional: En la sociedad actual, con estratificación clasista y orientada por procesos mercantiles dirigidos a estimular la economía consumista, la industria alimentaria interviene a través de diferentes instrumentos entre los que destaca la publicidad, para introducir un concepto nuevo de alimento y dieta.
Esta industria segmenta la oferta y comercialización de productos alimentarios de consumo masivo, en función de la capacidad económica de los consumidores. Los productos de baja calidad son dirigidos a los sectores con menor poder adquisitivo.
Cuanto más bajo es el poder de la compra del público al que se dirige, mas alto es el contenido de grasas, azucares y aditivos. En México la cultura alimentaria tiene un amplio mosaico de expresiones regionales y locales, sin embargo en la actualidad muestra tendencia a la homogeneización debido a la estigmatización que se ha hecho de la comida mexicana y la promoción de la comida industrial constituida como símbolo de abundancia.
El predomino de cereales y leguminosas, el consumo abundante y variado de frutas y verduras, con la adición de pequeñas cantidades de alimentos de origen animal, es más recomendable que la dieta de los países industrializados basadas en productos de origen animal, cereales refinados y excesivo consumo de alimentos energéticos.
Estilos de vida y actividad física: Las condiciones de vida actual, nos hacen suponer, que eso no es tan descabellado. La creciente urbanización que aísla de la producción alimentaria a un grupo importante de la población, desestructura la organización familiar, la somete a ritmo de vida acelerada, a la agenda cultural de los medios masivos y al bombardeo sistemático de la publicidad, haciendo posible que la ideología dominante prevalezca sobre la realidad estructural en la que se vive.
Fuente: Frausto J, Valdez Lòpez R, Aldrete M, Lòpez Zermeño M. Antecedentes históricos sociales de la obesidad en México